viernes, 25 de abril de 2014

LA AUTOESTIMA


Por Victoria Mamani

Muchas veces nos preguntamos ¿qué es la autoestima?  Pues es la fuerza vital que nos permite a los seres humanos, desarrollar la capacidad de apreciarnos, valorarnos, respetarnos y defender nuestros derechos. Debería ser la fuerza que se manifieste en todos los ámbitos y espacios de la vida, que nos permita la aceptación de lo que somos, de lo que hacemos y sentimos, pero no siempre todos y todas tenemos una buena autoestima.

Lamentablemente yo veo que muchas mujeres tienen una baja autoestima por su condición de mujer, porque pensamos de forma negativa sobre nosotras mismas, tenemos pensamientos como: no puedo, soy mujer no más, soy una sonsa, qué voy a poder, tengo miedo. Son palabras que se apoderan de  nuestra mente y no nos dejan crecer, porque muchas veces desde pequeñas  hemos escuchado esas palabras de nuestros padres y madres.

Cada persona  sigue su propio  y único camino en la vida y a través del mismo, va formando su autoestima. El proceso suele ser gradual y en el camino, una sin darse cuenta, puede formar a su alrededor un pozo de creencias negativas sobre sí misma.
En esa construcción, la naturaleza de la persona juega un papel importante, pero las experiencias que atraviesa y las personas con quienes se relaciona, también influyen decisivamente.

Muchas veces, sin ser conscientes de ello, los padres y madres son quienes destruyen la autoestima de sus hijas e hijos ¿por qué digo esto? Porque primero escuchamos  a los padres decir a sus hijos frases y adjetivos como: no sabe,  tonta es; inútil; vaga y muchas cosas más, la niña o niño crece con complejos, e incluso llegan a creer que son como sus padres les dicen y de adultos esto es difícil de superar.

Segundo, las mujeres  no auto valoran el trabajo que hacen en la casa, cuando se casan son sumisas ante sus maridos. El hombre se aprovecha  de ello, siempre le recrimina a su pareja que  no sabe trabajar, la insulta, le echa en cara que él lleva la plata a la casa, le dice que es una inútil y fea. Estas palabras hacen que la autoestima de la mujer este por los suelos, esa es una forma más de violencia que ejercen los hombres sobre las mujeres, les quitan la autoestima, además de ejercer en muchos casos abusos físicos, emocionales o sexuales. Por lo que veo día a día, en la calle y con otras compañeras, muchas mujeres  se sienten excluidas en la sociedad, se sienten como un  “bicho raro”  en el trabajo o en algún acontecimiento social, al  creerse menos que los demás.

Piensan que  solas no valen nada, que sin su marido no van a poder salir adelante. Pero todo esto solo está en la mente, con la baja autoestima hay mayores probabilidades de que los derechos sean vulnerados. Todos y todas debemos reflexionar, valorar nuestro trabajo, aceptarnos tal como somos y dar seguridad y confianza a nuestros hijos e hijas. Lo importante es que tú compañera no vivas pensando en la opinión de los demás, sino  que pongas  a tu alrededor lo que necesitas para ser feliz y te aferres a ello, solo pensar positivamente, lo que no te sirve, deséchalo, no te empeñes  en mantener cosas que no te hacen feliz.

   

lunes, 21 de abril de 2014

LOS BAUTIZOS EN LA UMSA


Por Yola Mamani

El bautizo es una ceremonia de iniciación y aceptación de nuevos estudiantes que se practica en las universidades, colegios o institutos. Se lleva a cabo generalmente al comienzo del año y son bastante agresivas. A pesar de haber una previa organización, el momento en que se está practicando, en algunos casos por la euforia del momento, los bautizados agarran a la fuerza a personas que no están participando, generalmente chicas y nadie interviene, es decir ningún docente ni administrativo.

Hace poco dos estudiantes de la Universidad del Valle murieron después de su bautizo. 

Realmente esta noticia me impacto bastante, pero al mismo tiempo me hizo reflexionar sobre la presión que existe en este tipo de eventos. He visto en la universidad que los compañeros y compañeras organizan el bautizo con cizaña, porque esto es como pagar derecho de piso.

Quienes organizan esto son  los estudiantes antiguos, las y los dirigentes de los Centros de Estudiantes, perece que buscan que los y las nuevitas, como ellos les llaman, pasen el momento más desagradable posible. Por ejemplo usan productos podridos como tomates, locotos, lechugas, huevos, harina y hasta tripas, escamas y huesos de  pescado para que los bautizados se revuelquen en el desperdicio que recogen de la basura en estado de putrefacción.

Si no lo hacen, los organizadores te untan con cizaña, peor si eres mujer, que es cuando aprovechan para meter mano. Mientras más asquerosas sean las mesclas, es más divertido para quienes miran. Lo peor de todo y que más excesos tiene, es la cantidad de alcohol que le obligan a tomar a chicos y chicas. 

Las bebidas que les fuerzan a tomar, obviamente son las más baratas, generalmente adulteradas, pues no cuentan con gran presupuesto. El preparado de estas bebidas deben ser muy fuertes, porque unos minutos después, hombres y mujeres se encuentran en estado lamentable, ya cuando pasan unas cuantas horas, no se pueden ni parar. 

A pesar de que participar en esto no es obligatorio, para los y las estudiantes significa aceptación e inclusión, por ello mucha gente se somete a actos que quizás  no les gusta, ni les divierte. En su momento yo decidí no hacerlo porque quise evitar, empujones, manoseos o que me obliguen a beber alcohol. Según la gente de los Centros de Estudiantes, esta es una fiesta de confraternización entre antiguos y nuevos, pero se podría buscar nuevas formas de confraternización, que no tengan violencia de por medio. 

jueves, 10 de abril de 2014

LAS DISCOTECAS


Por Yola Mamani

Al pasar por la calle Figueroa da bastante miedo, hasta la piel se pone de gallina, tal vez sea porque es oscura y el olor a orín es insoportable. O será porque hay muchos borrachos que salen de diferentes lugares donde se consumen bebidas alcohólicas, a veces con jovencitas. Por su estado, estos hombres generalmente son muy atrevidos con las mujeres que encuentran a su paso.

En esa céntrica calle hay varias discotecas, entre ellas también antros clandestinos, las discotecas tienen letreros grandes y súper visibles, pero otros sitios tienen muy poca luz, puertas pequeñas, nadie pensaría que es un lugar de diversión; otros funcionan a puerta cerrada, solo los y las que conocen o a quienes les conocen pueden entrar sin problema.

A esos lugares entra gente de todas las edades, pero los dueños o administradores no controlan, lo que importa es lucrar con el consumo de alcohol y los que consumen más obviamente son los varones, quienes  constantemente están acosando y molestando a las chicas que casualmente están festejando algo o simplemente quisieron bailar y divertirse un poco. Alegrarse es un derecho, nadie tiene derecho a estar acosando a nadie por el hecho de compartir un espacio, pero al parecer eso piensan los hombres. Por ejemplo yo he pasado situaciones incomodas en las que he tenido que defenderme, porque aunque haya otras personas viendo, o haya seguridad en el local, nadie dice nada cuando te están faltando al respeto.

La mala educación de estas personas que se exceden con el alcohol es de no poder creer, a cierta hora salen de los sitios legales o clandestinos y orinan donde pueden, sin consideración alguna con las mujeres vendedoras que están a los alrededores, comercializando alimentos hasta la madruga. Yo fui testigo  al realizar la investigación “Puestos de Venta Convertidos en Mingitorios”, de la falta de respeto que sufren los vecinos, vecinas y vendedoras, que deben lidiar con los  borrachos prepotentes. Las caseras muchas veces denunciaron el hecho ante la Alcaldía Municipal, que se limita a limpiar cada cierto tiempo, al parecer no es muy constante, según las caseras lo hacen solo una vez al año.

Como siempre nuestras autoridades se hacen de oídos sordos, solo cuando algo grave pasa actúan. Hace muy poco tiempo ocurrió una violación y varios robos en la discoteca Dúo, que justamente está en la calle Figueroa, por lo que se supo en varios medios, muchos trabajadores eran cómplices de los delitos. De cierta forma las autoridades también son cómplices de que ocurran estos hechos, ya que por más que haya denuncias, no hacen nada para prevenir que se cometan actos ilegales.

No se hace nada por prevenir, pero cuando se trata de cobrar, es diferente, en varias ocasiones se ven estos bares y discotecas clausuradas y precintadas por Impuestos Internos, que seguramente no controlan las licencias de funcionamiento, pero si la cantidad que tienen que recaudar, aunque los y las  dueñas o administradores unas horas después de clausurado, abren como si nada. Realmente a mí me preocupa bastante la existencia de estos espacios en los que solo interesa vender bebida sin medida.